Le encantaba la naturaleza y tenía mejores bonsais que Felipe González.
Nos ha dejado Eduardo Servera Cariñena a los 66 años, médico, político, escritor, escultor, músico, empresario una persona brillante y entrañable con gran carisma en el Llevant y Son Servera
Tanto lo veías con su ropa de escultor, su larga barba y su informalidad, como estaba presente en un concierto donde demostraba que su sensibilidad no tenía límites. Tocaba varios instrumentos, siempre los más difíciles.
AGENCIA MANACORNOTICIAS 28/01/2022 - 04:27:00
Recuerdo como si fuese hoy cuando fue alcalde de su pueblo desde el 1991 hasta el 1999 y la polémica de su primera elección cuando dos concejales de la derecha le dieron su apoyo y le quitó la vara de mando al mítico Barrachina.

Durante ayer jueves 27 de enero de 2022 todas las redacciones de prensa hablaban de lo mismo. Nos ha dejado Eduardo Servera Cariñena. Iba hacer 67 años (1955) y era una persona polifacética donde las haya. Tocaba tantos palos y artes que había profundizado en el Llevant de Mallorca en cantidad de gremios y grupos. Lo conocí en su etapa de médico de Cala Millor y luego alcalde de Son Servera en dos legislaturas diferentes. Era genio y figura. Escultor, pintor, músico, practicaba el arte de los bonsais.

Lo recuerdo firme en sus convinciones. Toda una institución en el Llevant. Nieto e hijo de una de las familias más importantes de la comarca. Recuerdo como si fuese hoy cuando fue alcalde de su pueblo desde el 1991 hasta el 1999 y la polémica de su primera elección cuando dos concejales de la derecha le dieron su apoyo y le quitó la vara de mando al mítico Francisco Barrachina, ambos luego lucharon juntos por Son Servera porque los dos querían a su localidad por encima de siglas. Un hito en la política. Él inventó la concentración de fuerzas políticas y después de las elecciones todos a trabajar por la ciudadanía.

Lo conocí en su etapa de médico de Cala Millor y luego alcalde de Son Servera en dos legislaturas diferentes. Era genio y figura. Escultor, pintor, músico, practicaba el arte de los bonsais.

Tanto lo veías con su ropa de escultor, su larga barba y su informalidad, como estaba presente en un concierto donde demostraba que su sensibilidad no tenía límites. Tocaba varios instrumentos, siempre los más difíciles. Le encantaba la naturaleza y tenía mejores bonsais que Felipe González. Se atrevía con todo. La última vez que lo vi fue en S'Agrícola, siempre afable, humano y con batallas en contra de la oficialidad y lo establecido. Eduardo Servera también era empresario y si tenía que sentarse para hacer gestión no eludía su condición de hombre de negocios. Te dejaba buen sabor de boca, con eso me quedo. Desde aquí mi más sentido pésame a su familia y amigos. Injusto, era muy joven. Rafael Gabaldón San Miguel.

¿Te ha parecido interesante la noticia?

 Sí  No
Reciente
Visto
Comentado