Estamos saliendo del Ómicron. En Baleares habrá un descenso radical
Editorial: Ómicron se irá muy prontito que nadie lo dude; Redes sociales compañías en la lejanía; Preñar risas o sollozar amargamente
Ahora hay mucha soledad por muchos amigos que tengas en la red. Es la contradicción de cada época. Quiero vivir, decía Camilo Sexto, esa es la pretensión de todo humano y animal. Saber porqué nos morimos se preguntaba el de Alcoy.
AGENCIA MANACORNOTICIAS 15/01/2022 - 10:44:18
Prefiero la música celestial de Andrea Bocelli y los libros de Gabriel García Márquez, que las músicas tristes y los libros con lágrimas. Cada día hay que elegir, de nosotros depende empeñarse a reír o sollozar amargamente

Editorial: Los datos que facilita cada día el Govern balear desvelan que llevamos tres días seguidos bajando el número de contagios e infectados. Los asesores de la comunidad autónoma en materia sanitaria dejan claro que los nuevos contagios, las pautas completas, las cuarentenas y las nuevas medidas y protocolos encaminan la pandemia hacía del descenso de la nueva ola. Tranquilidad que no hay mal que dure siempre. Estamos saliendo del Ómicron. En Baleares habrá un descenso radical y vertiginoso en las próximas semanas, solo falta el último esfuerzo. Ya lo se, estamos muy cansados, pero esta vez se va a la porra el maldito virus. Las autoridades tendrán que pensar en vacunar a los continentes más retrasados para evitar nuevas cepas y versiones antipáticas.

Me decía un amigo que sabe un montón de esta pandemia y que gracias a él he tenido ciertas certezas, que los Chinos han fabricado en esta tercera guerra mundial la friolera de 50.000 millones de mascarillas y el resto del mundo 15.000 millones y que hay almacenadas más de 10.000 millones de unidades. Estamos hablando de la friolera de 75.000 millones de mascarillas. Ahora sumen ustedes y póngale las proporciones; vacunas, jeringuillas, protectores de plástico, material sanitario, guantes, gel, y tantas cosas. Además este parón ha supuesto el aumento hasta el infinito de los contenedores de transporte, estibadores, combustibles, gas. Un pez que se muerde la cola y que se está cargando el equilibrio del mercado a favor de China y sus aliados. Europa y América son muros de contención de papel y paja, hemos perdido nuestra predominancia. No nos respetan. No me extraña, con el grupo de botarates que nos mandan.

Me decía un amigo que sabe un montón de esta pandemia y que gracias a él he tenido ciertas certezas que los Chinos han fabricado en esta tercera guerra mundial la friolera de 50.000 millones de mascarillas

Me recuerda Facebook quienes hacen años, ayer, hoy, mañana y pasado, por si acaso no lo tengo apuntado. Las redes sociales tienen eso, no todo es negativo. Yo que soy un carroza de casi 64 años añoro los tiempos que todo se hacía en la calle, jugando hasta el anochecer y un poco más. Allí no había anonimatos, las amistades eran dando la cara en vivo y en directo, sin maquillajes, ni arreglo ninguno. Todo real e intransferible. Por supuesto que no negaré ni renunciaré a las nuevas tecnologías y que hago cursos para actualizarme. Pero no es menos cierto aquellas épocas de pan y vino con azúcar, matanzas, el baile en la plaza del pueblo con quiosco, verbenas, las fiestas de guardar como era preceptivo, aquellas bodas, comuniones, bautizos, cuando la familia y los amigos estaban presentes en cualquier oportunidad que se daba. Para disfrutar no había que viajar cada año a varios destinos. Y eso que viajando se curan las enfermedades y la ignorancia. Y se conoce la cultura de cada pueblo.

Ahora hay mucha soledad por muchos amigos que tengas en la red. Es la contradicción de cada época. Quiero vivir, decía Camilo Sexto, esa es la pretensión de todo humano y animal. Saber porqué nos morimos se preguntaba el de Alcoy. Esa es la esencia de la verdad. Morimos poquito a poquito y tenemos que tener en cuenta las horas y minutos de cada día, las jornadas pasadas nunca vuelven. Hoy hace un día maravilloso, sol esplendido, temperatura adecuada, un regalo de la madre naturaleza, aquella que los antepasados recordaban con insistencia. Fuera penas, el corazón no necesita más cargas ni frenos. Hay que decirle a quienes lo merecen todo lo que corresponde, pasear por caminos amables, quitar las espinan de nuestros trayectos. Y esas personas nocivas alejarlas de nuestra esfera existencial. Los pesimistas están bien para valorar lo mucho que tenemos, pero mucho rato contagian. Prefiero la música celestial de Andrea Bocelli y los libros de Gabriel García Márquez, que las músicas tristes y los libros con lágrimas. Cada día hay que elegir, de nosotros depende empeñarse a reír o sollozar amargamente, son los mismos minutos gastados. Rafael Gabaldón San Miguel.

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pere
coincido, molt be