Editorial: Quien se aburra en el municipio de Manacor demuestra que se le ha parado el reloj de la vida. Manacor es la ciudad de los contrastes, las múltiples iniciativas, entretenida, la fiesta permanente, la agenda repleta, contracciones a flor de piel y la evidencia de las dos tribus políticas. La capital del Llevant se quiere despegar de su piel de pueblo y ofertar el cosmopolitismo. La moderna juventud imprime carácter.

Temas como la Educación, el exceso de coches, la solapada y sobrecargada agenda, gastronomía, Porto Cristo, ausencia de movilidad, los polígonos de servicios en el mismo sitio, la moda por los hoteles, mejor estética, comercio de proximidad y grandes superficies, la lleva a un debate interesante. Unos y otros empujan a la clase política para que se inicien unos cimientos que sean justos y en sintonia con el Interés General.

La Educación en Manacor es paradójica, ahora que gobierna la izquierda se preparan muchos profesores, padres, alumnos y residentes para sacar de nuevo a la calle las camisetas verdes, con Armengol hay menos dinero y se reclamará en serio inversiones. Por otra parte ha nacido una Plataforma muy fuerte Schola Libera para defender a la Concertada porque representan un importante espacio educativo reglado y los agravios no cesan.

Dice el alcalde que ha declarado la guerra a los coches y que quiere humanizar Manacor. No hay en nuestra ciudad ningún Plan de Movilidad serio, no se consulta a los residentes por los cambios, no se potencia los parkins disuasorios en el extrarradio. Cuando un semáforo se estropea, se aprovecha para poner una rotonda y evitar arreglarlo. Los accesos a Manacor del tercer mundo, antiturísticos. No hay foros donde se analice el tema de la Movilidad ni vienen figuras de prestigio para darnos ideas.

La agendas culturales y deportivas en Manacor se solapan y está colapsada, hay muchas veces varios actos a la vez a la misma hora y el mismo día. Equipos deportivos, entidades culturales, acciones municipales, promociones privadas, todos programan y fijan su evento y luego hay que tener una agenda de mano para evitar coincidencias y elegir las repetidas. Cuando una ciudad capital de comarca crece y crece y tiene 150 entidades y colectivos, alguien debe poner orden.

La gastronomía en Manacor se muere de éxito, todos los fines de semana hay que poner el cartel de no hay plazas y durante la semana si la oferta en un poco normal tienen afluencia de público. Lleno hasta la bandera varios bares y restaurantes de menú y diversidad de cocinas en activo, indios, chinos, mejicanos, típico mallorquín, rápida americana, multinacional. Ahora además ha llegado la moda por los hoteles, de pequeñas dimensiones pero en un año habrá varios. Unos en obras, otros a punto de inaugurar.

Se construye en las proximidades del polígono industrial los futuros polígonos de servicios, todo junto a la entrada de Manacor, en dirección la Residencia, hacía Felanitx, en el Bulevar del Hospital. Habrá que construir unos accesos subterráneos paralelos para dar salida a tanta concentración de oferta y movimiento de vehículos. Mientras el comercio de proximidad y del centro busca diferenciarse de tanta oferta potente junta, que puede provocar su descenso completo si no unifican voz y criterios.

Atención al tema de Porto Cristo, la fuerza de AIPC, está desplegando un mensaje sólido donde se informa y detalla la nueva realidad, “hemos retrocedido 25 años desde la llegada del pacto de izquierdas a Manacor”, cada día alimentan la campaña, muchos datos dejando claro que van a menos.

Mientras MÉS-Esquerra, PSOE y Grimalt se desgañitan para llegar a un pueblo pidiendo por lo menos un año para demostrar que Porto Cristo es parte de su proyecto de excelencia. Que no es un barrio, que tiene delegado con firma y asistencia firme de los tenientes de alcalde. Que todo llega, faltaba mucho por hacer.