Editorial: El municipio de Manacor se ha convertido en zona incívica y de desalmados. Hacemos mención siempre a la suciedad, excrementos de perros, trastos a destajo en la vía pública y sin control, mal reciclaje, chicles a miles en el suelo, escupitajos, abandono de coches, orines, malas hierbas, solares sin vallar, pintadas en las paredes, y muchas más cosas y actos sin educación que jalonan una localidad impresentable.

Pero eso no es todo, los amigos de lo ajeno y los vándalos están llegando a límites impensables. Cada día en silencio el equipo de mantenimiento del Ayuntamiento de Manacor se ve obligado a jornadas maratonianas para reparar todo los roto, desde el mobiliario público hasta los desperfectos en vehículos (una docena de parachoques se cargaron en una semana, antenas, espejos, hasta ruedas, sin olvidar el balance de 11 bicicletas robadas en 4 días). La Brigada se cansa de reponer cosas y elementos, lo rompen todo, no cuidan lo común.

Que está pasando, en que municipio vivimos, hacía donde vamos, que pretendemos, quien vigila, donde está la seguridad, donde la educación cívica y común. El interés general. Hasta se maltratan los espacios infantiles, los pocos que tenemos. El balance es muy negativo, los fines de semana dan miedo, y días laborales están comenzando a ser problemáticos. Ningún respeto por quienes duermen por las noches. Los robos se suceden hasta extremos nunca vistos, nos están desplumando. Todo queda para la estadística.

Hay comunidades de propietarios y de vecinos que tienen que soportar inquilinos, lo nunca visto. Imposible hacerles entender que los comunitario debe cuidarse por el bien del colectivo. Hay mucha gente que residen en estos momentos en el municipio de Manacor que habría que llevarlos a descampados en suelo rústico y que el ejército les monten tiendas de campaña y que vivan allí, no están preparados para la civilización organizada, con armonía, la convivencia en lugares humanos.

Me duele mucho hacer esta editorial, muchísimo, pero los datos son tozudos y reiterativos. Se quejan los vecinos, el Ayuntamiento, los servicios sociales, las comunidades de propietarios, las entidades, los colectivos. Tenemos 187 denuncias registradas en seis meses a título particular. El progreso en Manacor suena a chiste. Habrá que tomarse en serio el tema y crear una Delegación Especial de Convivencia, con dotación presupuestaria importante, de verdad. Un restaurante ha tenido que reponer su terraza porque se llevaron mesas, sillas y candados, en 3 minutos lo cargaron todo.